Se
inicia con el consenso de las dos fuerzas políticas predominantes, civilistas y
demócratas, para derrocar a Cáceres. Seguida por la alianza entre Piérola y la
oligarquía civilista quienes necesitaban una figura con gran respaldo popular
para poder pacificar el país, convirtiéndose así Piérola en su “hombre a
caballo”. Piérola permite tener una estabilidad política desde 1895 hasta 1899,
año en que transfiere el poder a los civilistas quienes lo toman hasta 1919, ya
que, durante el periodo de Piérola, estos habían logrado ocupar los puestos
públicos estratégicos como el Aparato Electoral lo que les permitió manipular
las elecciones, permitiendo la derrota de los demócratas.
Los
políticos siempre representan a algún grupo de poder económico, lo que no fue
la excepción durante este periodo. El consenso político entre los partidos
civilistas y demócratas representaban los intereses económicos de los
hacendados azucareros de la costa, los industriales, los comerciantes, las
élites terratenientes de la sierra y otros. Cuyo objetivo era favorecer las
inversiones y controlar a las masas.
Crisis
europea
Pero
este periodo no solo estuvo caracterizado por el consenso político sino también
por la crisis económica que golpeó Europa entre 1893 -1894, lo que produjo en
el Perú la reducción de las inversiones extranjeras, así como el aumento de las
Inversiones Nacionales. Lo que produjo que los exportadores pudieran estar
listos para exportar una vez que Europa salió de la crisis en 1895 y empezara a
demandar productos como el azúcar, lana, algodón, café, cobre, zinc, plomo. Los
exportadores también se vieron beneficiados por el tipo de cambio favorable al
contarse con una divisa fuerte. Este boom exportador permitió que las ganancias
se reinvirtieran para modernizar las plantas exportadoras.
Reformas iniciales
El
Gobierno de Piérola llevó a cabo una serie de políticas económicas y fiscales:
una de las más importantes fue poner barreras arancelarias a los productos importados
de tal forma de fomentar la industrialización por sustitución de importaciones.
Otra medida para incentivar el comercio hacia el interior del país fue la de
caminos, por la que movilizó a los nativos de las comunidades aledañas.
En el plano tributario, “eliminó” el Tributo Indígena con el fin de dejar sin rentas a las Juntas Departamentales que simpatizaban con Cáceres, su enemigo político.
En el plano tributario, “eliminó” el Tributo Indígena con el fin de dejar sin rentas a las Juntas Departamentales que simpatizaban con Cáceres, su enemigo político.
La exclusión y la
opresión
El
otro lado de la bonanza económica fue la exclusión y la opresión. El gobierno
de Piérola fue autocrático, “paternalista”, y no democrático. Se opuso a la ley
que permitía el voto de los que no sabían leer ni escribir. Como los sectores
populares no podían votar, y solo lo podían hacer los sectores acomodados se
garantizaba la continuación de los gobiernos conservadores. Como consecuencia
las clases bajas no se integrarían al poder político y sus demandas no serían
escuchadas.
Sumado
a ello, Piérola continuó con la política de Cáceres respecto a los hacendados
de las regiones del Perú, uniéndose a ellos para restaurar las relaciones
jerárquicas de autoridad que se habían destruido durante la guerra. Usando la
represión y la exclusión si las clases subalternas no lo aceptaban.
La minería
La
minería en la sierra revivió después de la guerra, con el impulso que la
minería de plata de Casapalca explotada por empresarios de la zona desde 1880,
y siguió con el descubrimiento de nuevas minas en Morococha en el año 1890.
Los hacendados y los
campesinos en la Sierra
La
relación entre los hacendados y los campesinos se va a caracterizar por el
cercamiento de las comunidades. Debido a que los hacendados y empresarios
buscan expandir sus tierras para incrementar sus cultivos, estos echan ojo a
las posesiones de los campesinos y de las comunidades campesinas. Estas últimas
que ya se encontraban debilitadas por la guerra, al reducirse su población
masculina y la cantidad de cultivos, fueron presa fácil de la usurpación de
tierras por parte de los hacendados quienes recurrieron a los cobros coactivos por
deudas o a la compra forzada. Empieza a germinarse las causas de la violencia,
al formarse los grandes latifundios, dirigidos por hacendados déspotas, y por
los que muchos campesinos se quedan sin tierra.
Por
otro lado, en la costa norte, el azúcar era el primero de los productos
peruanos de exportación ya desde antes de la guerra, el ingreso de nuevos
inversionistas permitió revivir esta industria. De los antiguos hacendados
algunos sobreviven y algunos venden por quiebra. Durante la república
aristocrática existieron 2 booms: el primero en 1890, en el que las ventas
crecieron en 83%, y el segundo en 1914- durante la Primera Guerra Mundial- en
el que las ventas crecieron en 77%.
Asimismo,
en la costa central específicamente en Ica y Cañete, se producía el algodón.
Este era el segundo producto de exportación. Los hacendados algodoneros no
tenían tanto peso político y económico como si lo tenían los hacendados
azucareros. Por otro lado, esta industria beneficio tanto a los grandes
productores como a los campesinos, ya que los cultivadores de algodón daban
tierras a cambio de la mitad de la producción y también contrataban migrantes
de la sierra para cultivar sus mejores campos, quienes luego regresaban a sus
tierras y reinvertían en sus propios cultivos.
El boom del caucho
La
economía en la selva se desarrolló entre 1880 y 1920. En 1880, Europa y EEUU
demandan alta cantidad de un producto llamado caucho,
por lo que Perú y Brasil se convierten en exportadores de este producto, el
cual provenía de la recolección en los árboles de goma que existían y no de
ninguna plantación. La extracción la realizaban los indios nativos quienes
fueron semi-esclavizados obligados a trabajar y quienes morían de desnutrición
y enfermedades. Esto produjo un escándalo internacional por el trato que se le
dio a los nativos por parte de la Peruvian Amazon Company entre 1908 y 1912.
El petróleo: El
enclave extranjero
Nuevamente
la explotación primaria era hacia donde se orientaba la demanda extranjera. La
explotación del petróleo que estaba en manos de empresas extranjeras se ubicaba
en la costa norte del Perú, Piura y Tumbes. En 1904, la explotación de este
recurso aumenta debido al aumento de la demanda nacional e internacional.
Ideología de la
República Aristocrática

El
modo de pensamiento y las ideas en este periodo estaban marcadas por la
perspectiva elitista del gobierno, y por un marcado desprecio hacia las clases
populares. Se pensaba que el gobierno debía ser de una élite exclusiva,
poderosa, represiva y aristocrática, su visión era europeizante tratando en lo
posible de establecer parámetros de creación, de gobierno, de educación, de
moda y de estilos de vida y giros lingüísticos ingleses y franceses
principalmente, se sentían de este modo más cerca de Europa que del mismo
interior del Perú, pues vivían en las zonas más exclusivas de Lima centro de
contacto del Perú con el exterior, con escaso o nulo conocimiento de los
padecimientos de los trabajadores y obreros de sus fábricas, minas y haciendas
de la costa y sierra del país. Además, este periodo de la historia fue marcado
por una poderosa imagen racista y despreciativa hacia el elemento humano y
cultural autóctono, a los que consideraban bárbaros. De este modo la
aristocracia peruana vivía de espaldas a los sectores populares y culturales
del país.
Los conflictos
políticos, sociales y rurales
La
república aristocrática no fue estable, pues existieron pugnas de poder debido
a las rivalidades individuales y entre los distintos clanes. Estas facciones se
agrupaban en torno a los caudillos; dentro del partido civil estaban Leguía,
Villanueva y Pardo. En el congreso igual había grupos de seguidores de Piérola,
Leguía y Pardo. Este faccionalismo y pugnas de poder llegó a su clímax con la
escisión de parte importante del civilismo cuando Leguía estaba en el poder,
llevando al debilitamiento del partido civilista.
La
clase obrera no era homogénea, en el Perú estaba dividida por su extracción
social y además por la geografía. Los trabajadores más organizados eran los que
estaban en Lima y fundamentalmente los ligados al sector exportador eran los
que podían conseguir mejoras a sus reclamos. El mutualismo que asoció a los
trabajadores durante muchos años cedió paso al anarquismo que fue la forma que
vieron los trabajadores para reclamar por sus bajos salarios y terribles
condiciones laborales. Con el apoyo de los obreros se elige al primer
presidente populista del Perú, el cual es luego derrocado por la élite a través
de las fuerzas armadas.
Gobernantes de la República Aristocrática
La
República Aristocrática abarca los gobiernos desde 1895 hasta 1919, desde la
gestión de Nicolás de Piérola hasta la segunda de José Pardo y Barreda. Durante
este periodo histórico, el poder político y económico se sostuvo en los
civilistas; los demócratas pasaron entonces a la oposición. El predominio del
civilismo se habría de prolongar a lo largo de 24 años.
interesante